Amy Winehouse necesita escasa presentación; aunque su éxito en vida fue innegable, su muerte a los 27 años derivada de una intoxicación alcohólica y su vida rodeada de excesos, relaciones turbulentas y consumo de diversas drogas ha contribuido a hacerle sitio en el olimpo de las estrellas de rock (en este caso más bien blues, soul o jazz) fallecidas en su juventud como Janis Joplin y Jim Morrison, ambos también fallecidos a los 27 años por sobredosis de drogas).
Una de sus canciones más conocidas es Rehab, que aparece en su segundo álbum, Back to Black, editado en 2006. La canción, que ganó tres premios Grammy, alude sin demasiada sutilidad a la propia Amy, que de estas cosas debía de saber; el estribillo repite que “no, no, no” a ir a una clínica de rehabilitación (en este caso de deshabituación al alcohol), que por lo que dicen es lo que Amy les decía a los que se lo recomendaban.
Intentaron hacerme ir a una clínica de rehabilitación,
pero dije: no, no, no".
Sí, he estado puesta
pero cuando vuelva (a estar sobria)
tú lo sabrás, lo sabrás, lo sabrás.
No tengo tiempo,
y si mi padre piensa que estoy bien,
ha intentado llevarme a la rehabilitación,
pero no iré, no iré, no iré.
Jose J. Uriarte