Escribir una novela requiere un gran esfuerzo de constancia, creatividad e ilusión que se ve recompensada solo en el caso de que una editorial decida invertir sus recursos en publicar el libro. El autor consagrado, generalmente se dedica en exclusividad a la escritura, centrándose durante meses e incluso años en la obra, hasta lograr que el manantial de imágenes y situaciones que su imaginación crea se vean plasmadas en el libro; sin embargo, el autor novel debe enfrentarse al hándicap de compaginar su trabajo, con el que se gana la vida, con su pasión por la literatura. Por lo tanto, el esfuerzo en este segundo caso, en mi opinión, es tremendo.
Este mes, nuestra compañera Lola López De Lacalle nos presenta su primera novela titulada “Melocotones de Viña”, que ha publicado con la editorial Txertoa. A través de la entrevista, Lola nos descubre cómo ha sido su proceso creativo, el esfuerzo y la ilusión que le ha dedicado durante años; así como, las sensaciones que tiene al ver su obra en los escaparates de las librerías. Nos desvelará solo unos pocos detalles sobre la historia que cuenta, para despertar en nosotros el interés por querer saber más, por sumergirnos durante horas y días en su lectura, y poder sentir eso que solo la literatura nos puede ofrecer, vivir otras vidas y sentir otras sensaciones.
E.G.